César Augusto Solórzano Ramos
El Pregón Pascual es la proclamación solemne de la Resurrección de Cristo. Es una invitación para alegrarse y saltar de gozo y también es el llamado a aclamar a Dios por su misericordia.
En la narración de este Solemne Pregón los recuerdos vuelven al Génesis con Adán y el pecado de origen, también al pueblo de Israel que salió de Egipto con mano poderosa y a la noche en la que se une el Cielo con la Tierra, esa noche en la que Cristo ha vencido a la muerte.
Esta alabanza ha de resonar con particular fuerza en la asamblea, conviene que quien proclame este anuncio esté debidamente preparado, pues la Iglesia entera se une a su voz para cantar la esperanza redentora. El servicio de esta proclamación ha de invitar a los fieles a recogerse en las palabras y a reconocer la Salvación que viene de Cristo.
Que este llamado, tan antiguo y tan actual, que se da en medio de una sencillez melódica y al mismo tiempo profunda, eleve los corazones de todos los fieles al encuentro con Cristo, luz de las naciones que Verdaderamente ha resucitado.